Último aviso para...


Podría escribir acerca de carreras por pasillos de aeropuerto. De dejar puertas de embarque a mano derecha e izquierda cuyos números lee fugazmente sin un segundo que perder, como pasa en las películas.

Películas en las que el personaje protagonista tiene el único objetivo de llegar a una voz: "Última llamada para los señores pasajeros del vuelo 8322 con destino Londres Stansted". Y que disfrutaba con el sentir los latidos de su corazón golpeando contra su pecho, sin distinguir si lo hacían ya por puro nerviosismo o por la carrera en sí. 

Pero no sería cierto.

La despedida fue breve. A nadie le gustaba que no hubiera billete de vuelta. Pero nada se podía hacer contra eso. No lo había. Ya está. La verdad es que la chica, alta y rubia, esperaba paciente y tranquila en la cola de la puerta de embarque casi desde que anunciaron su vuelo. Quizás no era conscinte de lo que estaba a punto de hacer. Del cambio que iba a acontecer en su vida. Algo intuía por ese temblor en sus piernas. Ese golpear sistémico de su corazón. Ese billete que sostenían sus manos.

Tras pasar el control de aduanas, observándose en el cristal de la puerta de embarque, pensó: "Despídete de la chica que tienes delante, porque no se parecerá en nada a la chica que algún día volverá a esta ciudad. Esta chica ya no vuelve."

Ventanilla. Los aviones despegan y aterrizan a su alrededor. Quizás ahora sí sienta algo de nerviosismo. El avión está a punto de despegar, aunque pasea sin prisas por la pista. Y ella, suspira, serena. Y por última vez se despide de todo lo que deja atrás. Ya es hora de mirar hacia adelante. Se ha prometido que irá a cualquier parte siempre y cuando sea en esa dirección. Y por eso compró un billete de avión. Y por eso estaba sentada en su asiento 21c, el día 21 de junio, del mes que era 6 pero hubiera sido 21. Divagaba por última vez en estos pensamientos, echando un último vistazo a esa habitación de su mente donde en unos segundos ese fragmento de vida iba a quedar encerrado.

Y entonces sin previo aviso el avión despegó, rumbo hacia una nueva vida. Por suerte a veces tenemos una segunda oportunidad. Puede que esta sea s u"Última llamada para..." ¿Para qué? Aún no lo sabe.

La suya empezaba en ese preciso instante.

Así, horas más tarde aterrizaba en una ciudad nueva. Desafiante pero también fascinante... Y maravillosa.

0 susurros:

Publicar un comentario

 

New times © 2010

Blogger Templates by Splashy Templates